José Luis Elizondo T.
Los recientes resultados electorales han sido desastrosos para el Partido Revolucionario Institucional. El partido hegemónico que gobernó por décadas todo el país, ha pasado a ser la tercera fuerza electoral de México y la cuarta en Nuevo León.
La esperanza de que la alianza opositora PAN, PRI y PRD derrotaran en las urnas a la alianza MORENA, PT y PVEM no fructificó, como se creía. Algunos priistas y panistas se quejan de que fue una elección de Estado, pero la diferencia abrumadora de votos que obtuvo la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, no deja lugar a dudas sobre la efectividad de la estrategia electoral de MORENA y del Presidente López Obrador.
Con el 11% de la votación total en la Cámara de Diputados y el 10.8 % en el Senado, el otrora “partidazo” gobierna sólo dos estados de la República, mientras que MORENA lo hace en 24 de las 32 entidades federativas.
Aunque desde el año 2000 muchos han predicho la “muerte” del PRI, que está próximo a cumplir un siglo de vida, y le han brindado las honras fúnebres, éste se resiste a partir.
Sin duda vendrán tiempos difíciles para los priistas, que año tras año pierden no solo militantes, sino también líderes populares, por lo quela próxima asamblea nacional debería ser aprovechada para que los priistas hagan una reflexión y un análisis serio, y se replanteen el quehacer político y electoral del partido. Es preferible hacerle una urgente cirugía mayor que practicarle la autopsia.
Para ello, requieren replantear desde la renovación de toda la dirigencia nacional hasta modificar la estrategia política, a fin de establecer un acercamiento más directo y efectivo con la gente, conectarse a las causas sociales de las y los mexicanos, encabezar las demandas ciudadanas, promover debates para marcar la agenda.
La iniciativa para reformar el Poder Judicial debe ser una prioridad, pero no se ha visto a la dirigencia nacional convocando a las universidades, colegios y barras de abogados, a los especialistas y a los propios jueces, magistrados y ministros, para que la sociedad se dé cuenta del peligro que hay detrás de elegir por voto popular a los impartidores de justicia; pero nadie se atreve a desafiar al régimen de MORENA, mucho menos al Presidente López Obrador, quien está empeñado en seguir el camino de Bolivia, donde los jueces se eligen en las urnas, lo que ha estropeado el sistema de impartición de justicia en aquel país.
En la gestión de Alejandro Moreno, el PRI ha perdido las elecciones en al menos 10 entidades. Si se reelige, será para enterrarlo. Por ello,la principal tarea del partido es buscar a las mujeres y hombres más preparados y capacitados para encabezar esta urgente renovación partidista, a partir de ideas frescas y estrategias políticas efectivas, reclutando a jóvenes que aporten sangre nueva y a políticos profesionales para, todos juntos, transitar con éxito los procesos electorales que están por venir.
Insisto, o los priistas le hacen al partido una cirugía mayor en esta asamblea nacional, o se resignan a practicarle la autopsia.
Bolivia y la frágil democracia
José Luis Elizondo T.
La mayor parte de las naciones de Latinoamérica, y concretamente Sudamérica han sufrido desde hace tiempo de las dictaduras militares. La última dictadura en caer fue la Chile, en 1990, cuando el Gral. Augusto Pinochet abandonó el gobierno para entregar el poder al primer presidente electo, después de Salvador Allende, Patricio Aylwin.
El factor común en todas las dictaduras fueron la violación de los derechos humanos, asesinatos y la desaparición de personas, un sistema de justicia cuestionable, la represión, la censura y sobre todo, una gran frustración social.
Los chilenos soportaron 17 años al dictador, los argentinos tuvieron 7 años de dictadura, los bolivianos 18, los brasileños 21 años, los peruanos 22 años, los uruguayos 12 años, los ecuatorianos 10 y el sufrido pueblo paraguayo aguantó 35 años al dictador Stroessner.
Ahora la frágil democracia se resquebrajó en Bolivia con el intento de golpe militar del pasado 26 de junio, producto de las constantes crisis que afectó al sistema judicial. Al ser electos sus integrantes por el voto popular, se ha socavado su independencia, y se utiliza para perseguir a opositores políticos, como la expresidenta Jeanine Áñez, encarcelada con cargo infundados de terrorismo y genocidio.
En Bolivia la economía no está funcionando, desde que se estatizaron algunas empresas de diversas ramas productivas, las que, en manos de burócratas se han vuelto ineficientes e improductivas. Desde el gobierno se fomenta la polarización política y la persecución, además de promover leyes autoritarias y ejercer violencia contra periodistas incómodos al régimen. Cualquier parecido con lo que sucede en México, es mera coincidencia.
Los gobiernos que emergen de procesos electorales democráticos, pero son ineficientes y despóticos son el caldo de cultivo apropiado para que la sociedad vea bien un golpe militar que destituya por la fuerza a los malos políticos.
En Chile, por ejemplo, el golpe de estado liderado por Augusto Pinochet contra el presidente Salvador Allende en 1973 se justificó en parte por la inestabilidad económica y política; mientras que en Argentina, además de la inestabilidad económica y política, se presentaron grupos paramilitares, como los autodenominaos “montoneros” y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), lo que los militares utilizaron para justificar su dictadura, para iniciar según ellos, un proceso de reorganización nacional, a cuyo paso desaparecieron miles de personas.
Sin duda, Bolivia está al borde de un golpe de estado, después de este intento fallido que algunos catalogan de autogolpe. Esta situación podría propiciar la caída de otros gobiernos democráticos que tan malos resultados han dado, con lo que nuevamente estaríamos regresando a la época de las dictaduras en el cono sur de nuestro continente.
Sin duda, la frágil democracia que tenemos, producto de los vicios de los gobernantes elegidos y la falta de resultados alentadores para la sociedad, es proclive a la incubación del virus del populismo, la polarización y el debilitamiento de las instituciones democráticas, lo que es un caldo de cultivo perfecto para el regreso de las dictaduras.
Los demócratas debemos defender las instituciones democráticas, eligiendo bien a quienes asumirán las funciones de gobierno y exigiéndoles resultados. De lo contrario, nuestras frágiles democracias podrían empezar a caer destrozadas bajo las botas militares.
Los retos de Claudia Sheinbaum
José Luis Elizondo T.
EL día primero de octubre del año 2024 pasará a la historia de México como el día en el que la primera mujer tome protesta como Presidenta de la República, me refiero a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo.
Con 35.9 millones de votos, casi seis millones de votos más que los que obtuvo Andrés Manuel López Obrador en 2018, Claudia Sheinbaum se posiciona como la candidata más votada en el país, muy por encima de Enrique Peña Nieto, quien alanzó la presidencia con 19 millones de votos o de Felipe Calderón quien obtuvo un resultado apretado con apenas 15 millones de votos.
La Dra. Sheinbaum asumirá el poder con un enorme bono democrático, el que que deberá utilizar con sabiduría y prudencia, ya que si MORENA obtiene, como se espera, la mayoría calificada en las Cámaras de Diputados y de Senadores, podría tener la tentación de aprovechar la aplanadora legislativa para instaurar un régimen autoritario, o puede aprovecharlo para avanzar en la solución de los grandes retos que afectan a las y los mexicanos.
Más que pensar en instaurar un gobierno de corte socialista, que en ninguna parte ha demostrado resultados alentadores para la creación de empleos bien remunerados, podría establecer las bases para fomentar el ingreso de inversiones productivas que eleven la productividad y competitividad de las empresas, incluyendo las paraestatales, a fin deestablecer políticas laborales que mejoren la calidad de vida de las y los empleados, ya que empresas quebradas y sobre endeudadas nunca podrán mejorar los salarios de sus trabajadores.
Por otra parte, un sistema productivo sano y equilibrado permitirá una mayor captación de impuestos, con lo que se podrá redistribuir la riqueza que generada.
Además de este reto, es necesario que de inmediato su gobierno se aboque al tema de la seguridad nacional, recuperando los territorios que actualmente dominan las bandas criminales que asedian a los productores, a los transportistas, y hasta se atreven a lucrar con la dignidad humana de las personas migrantes; sin olvidar combatir con todo el peso del Estado la producción industrial y el trasiego de drogas, como el fentanilo, así como y la enorme cantidad de homicidios dolosos que horrorizan a cualquier ser humano.
Asimismo, la Dra. Sheinbaum, como presidenta electa, podría iniciar una política de reunificación nacional para revertir la polarización en la que vivimos como sociedad, de esta manera se fortalece la gobernabilidad del país.
La gobernanza también la puede fortalecer si en su papel de presidenta electa y con su enorme bono democrático, les solicita a los integrantes de la nueva legislatura que suspendan la aprobación del Plan C para que, al llegar ella a primera magistratura, se analice detenidamente las ventajas y desventajas que ello ocasionará con el debilitamiento del Poder Judicial de la Federación, el único poder que puede ser un contrapeso efectivo en su papel como revisor de la constitucionalidad de las acciones de los otros dos poderes. Al contrario, se puede aprovechar esa reforma para fortalecer la autonomía del Poder Judicial en lo que respecta al nombramiento de nuevos Ministros, tomando en cuenta a la academia.
Para no abundar en más detalles, otros retos muy importantes que enfrentará la próxima Presidenta de México se relacionan con el fortalecimiento del sistema democrático, a través de darle más atribuciones al INE y al IFAI, por señalar dos de los más importantes órganos ciudadanos, así como el mejoramiento del medio ambiente, utilizando sus conocimientos para el uso de energías renovables.
Consolidar las debilitadas finanzas públicas y mejorar la relación bilateral con nuestros vecinos del norte es una tarea fundamental a la que deberá brindar toda su atención, así como recomponer y enderezar a la compañía petrolera más endeudada e improductiva del mundo, que es PEMEX. La enrome deuda pública es otro tema al que urge poner atención.
Además, a mediados del año 2026 se vendrá la revisión del TMEC, por lo que le urge un negociador con experiencia para que no afecten los interese comerciales de nuestro país.
Seguramente serán mucho más los retos que enfrentará la primera Presidenta de México, desde integrar un gabinete con las mujeres y los hombres más destacados, en lugar de darlos como premios de consolación a políticos aliados, hasta mejorar las comunicaciones, el acceso al espectro radioeléctrico y recuperar las políticas de salud y educación que en otras épocas distinguían a México, por mencionar sólo algunos aspectos de la vida nacional.
Por ser la primer Presidenta de México la Dra. Sheinbaum ya pasó a la historia; ojalá pase también por ser una gran presidenta y no solo la que continuó con el desmantelamiento de las instituciones públicas y por seguir sembrando odio entre los mexicanos, como lo hizo el gobierno de López Obrador.
Ríos de Sangre
José Luis Elizondo Treviño.
“No hay más violencia, hay más homicidios”, sentenció el presidente López Obrador en una de sus conferencias mañaneras, generando una serie de comentarios entre los actores de la clase política del país.
Esta desafortunada frase choca diariamente con la cruel realidad que nos sacude, reflejada en las cada vez más elevadas cifras de homicidios.
En este análisis, no excluimos de responsabilidad a los gobiernos anteriores, que también contribuyeron al problema de la violencia. Sin embargo, cuestionamos la actual política de “abrazos, no balazos”, adoptada desde 2018 con el pretexto de atender las causas de la violencia. La política correcta debería ser combatir los efectos mientras se abordan las causas, ya que omitir la lucha contra los efectos ha permitido que los grupos del crimen organizado controlen amplias zonas del territorio nacional.
El reciente crimen cometido en Tabasco contra un adolescente de 11 años, quien, en su afán de defender a su madre de una banda de delincuentes, fue baleado y, al grito de “no me quiero morir”, fue trasladado a un hospital donde finalmente perdió la vida, ilustra claramente el nivel de violencia que nos azota. Nos estamos acostumbrando a ver esta violencia como normal. En un país donde se han registrado oficialmente 187,930 homicidios en el sexenio actual, y en los últimos tres sexenios esta cifra se acerca al medio millón de muertes por homicidio, es evidente que somos una nación que se desangra. Los ríos de sangre que fluyen llevan la sangre de jóvenes que pudieron tener un futuro brillante, pero lamentablemente ese futuro les fue arrancado por la creciente ola de violencia.
¿Qué tan violento es México? Vamos a descifrarlo con cifras. De acuerdo a la estadística fría que publica la empresa TResearch International, respaldada por la información del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en lo que va del sexenio se cometen en promedio 95 homicidios diarios, es decir, uno cada 15 minutos. En España, por ejemplo, durante todo 2023 se registraron 336 homicidios, menos de uno diario.
España tiene 50 millones de habitantes. Veamos a Japón, con sus 125 millones de habitantes, hacinados en un espacio de 378 mil kilómetros cuadrados. En cada kilómetro cuadrado del territorio japonés viven en promedio 332 personas, y la tasa de homicidios es de 0.3 por cada 100 mil habitantes. A pesar del hacinamiento, en Japón se cometen en promedio 376 homicidios por año. Mientras tanto, en nuestro país, con una población de 127.5 millones de personas y una densidad de 65 personas por kilómetro cuadrado, la tasa es de 25.8 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo que equivale a un promedio de 32,895 homicidios por año.
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en este caso nos ayudan a entender la gravedad de la violencia en México. Si aquí se cometen 25.8 homicidios por cada cien mil habitantes, en Alemania esa tasa es de 0.9, en Australia es de 0.8, en Reino Unido de 1.2 y en Canadá de 2.3 homicidios por cada cien mil habitantes. Incluso en Estados Unidos, una sociedad considerada altamente violenta, la tasa de homicidios es considerablemente más baja, ubicándose en 6.9 por cada cien mil habitantes.
Los homicidios en México durante este sexenio suman más muertes que las ocasionadas por la cruenta guerra ruso-ucraniana. El presidente Zelenskyinformó de aproximadamente 31 mil soldados ucranianos muertos, mientras que las estimaciones de las bajas en el ejército ruso ascienden, según medios independientes, a 75 mil, y se estima que alrededor de 5 mil civiles han caído en las acciones de guerra.
Por donde se vea, en México estamos muy mal con los indicadores de violencia y es urgente elegir un cambio de rumbo este 2 de junio. No podemos seguir alimentando los ríos de sangre que recorren amplias zonas de nuestro querido México.
El llamado al voto útil
José Luis Elizondo T.
En la elección presidencial del año 2000, Jorge Castañeda y Adolfo Aguilar Zínser hicieron un llamado al electorado para reflexionar el sentido del voto y aprovechar la coyuntura para vencer al candidato del PRI Francisco Labastida, quien venía cayendo en las encuestas y favorecer, con el voto útil, al candidato del PAN Vicente Fox, quien, a un mes de la jornada electoral, estaba a solo dos puntos debajo del candidato tricolor.
La estrategia del voto útil dio resultados, ya que Vicente Fox ganó la Presidencia de la República con una amplia ventaja del 42 por ciento de los votos contra el 36 por ciento de Labastida; logrando por primeravez en la historia del México moderno, sacar al PRI de Los Pinos.
Hoy es pertinente hacer nuevamente el llamado al voto útil para evitar que el partido MORENA siga desgobernando este país, que cada día se desmorona entre la política populista del presidente Andrés Manuel López Obrador y las barbaridades legislativas que llevan a cabo diputados y senadores morenistas, quienes siguen a pie juntillas las indicaciones que les mandan desde el Palacio Nacional, para continuar destruyendo las instituciones democráticas de México que tanto esfuerzo y dinero han costado al país.
El voto útil es la mejor estrategia que tenemos los electores para maximizar el impacto del sufragio. Al igual que en las elecciones del año 2000, la candidata del oficialismo está cayendo en las encuestas serias, no en las que se mandan hacer a modo, mientras que Xóchitl Gálvez va en ascenso; es decir, estamos en un escenario similar al de hace 24 años.
Por ello, es momento de razonar el voto para elegir a quien está en posibilidades de alcanzar el triunfo y vencer a MORENA en la contienda por la Presidencia del país, así como en el Congreso de la Unión y los congresos locales.
La democracia está en riesgo con Morena en el poder. Si el candidato Máynez del partido Movimiento Ciudadano no se suma al bloque opositor, entonces los electores tenemos la opción de utilizar el voto útil para evitar un triunfo de Morena.
Votar el próximo 2 de junio es una responsabilidad cívica que tenemos los ciudadanos, pero votar de manera inteligente es un deber de todos, para evitar la destrucción sistemática de nuestras instituciones, como lo hemos testimoniado a lo largo de este sexenio.
Evitemos la dispersión de votos, votemos de manera masiva para que Xóchitl Gálvez reinicie la construcción de un mejor México, sin populismos, con crecimiento económico, educación de calidad y programas efectivos para erradicar la pobreza en la que subsisten millones de mexicanos.
Concluyo con una frase de la Diputada española Cayetana Álvarez en su reciente visita a Monterrey. “La ignorancia es el combustible del populismo. Nunca se había politizado la ignorancia, como ahora y nunca se había hecho de la mediocridad una consigna ideológica y moral.
Se nos está acabando el tiempo … y el país.