A NUESTROS HÉROES REALES, NI LAS GRACIAS
OBED CAMPOS
No cabe duda que cada pueblo tiene el gobierno que se merece y mire usted por qué lo digo: somos muy buenos para, con la guía de San Samuel Mattel, aplaudir a nuestros héroes deportivos, quienes, aparte de meter goles y mantener sosiegos (la mayor parte del tiempo, que no siempre) a la borregada que los sigue, no sirven para más.
Porque ejemplo, lo que se dice, buenos ejemplos de vida, nuestros deportistas generalmente no lo son con sus eternas parrandas, sus escándalos y sus pleitos legales… e ilegales.
Eso sí, les ponemos un altar, no le hace que en la vida y en la cancha hagan el ridículo, o sean unos verdaderos patanes.
En cambio ¿cuándo nos acordamos de nuestros bomberos? ¿cuándo sabemos de la suerte de los elementos de Protección Civil? Bueno, aun hay gente que no se ha dado cuenta que la Cruz Verde desapareció hace años y dejó a la Cruz Roja con todo el paquete de brindar auxilio y atender emergencias.
Y le contesto la primer pregunta: sabemos de nuestros bomberos, cuando, ataviados con el pesado equipo se ponen a vender boletos de las rifas a beneficio a las entradas de centros comerciales o recorriendo a pie las colonias, casa por casa.
Sé que sonará muy aspiracionista y a lo mejor hasta malinchista (pero me importa una pura y dos con sal) porque creo que hay que seguir los buenos ejemplos: en otros países, bomberos, socorristas y hasta policías pertenecen a una élite heroica.
Aparte de que les pagan más que bien, tienen todas las facilidades para recibir créditos bancarios para hacerse de sus buenas casas y sus vehículos.
Casi todos los hijos de estos héroes estudian becados hasta la universidad, si es lo que quieren.
Acá en México, apenas un día al año se junta el gobernador, si su agenda se lo permite, con fuerzas del orden y equipos de rescate a quienes les prometen hasta la luna y polvo de estrellas… y es lo mismo año con año.
Bomberos, socorristas, policías y soldados son quienes no salvan siempre, a veces hasta de nuestras propias estupideces, y con qué les pagamos.
Todo esto lo digo porque la colega Aracely Garza, de mutuo propio, publicó una foto en la que se ve reunidos a los brigadistas que hicieron frente al incendio en la Sierra de Santiago y les da las gracias.
Gobierno del Estado, ni eso.
Ojalá y se pudiera revelar con claridad cuánto pagará Nuevo León por los vuelos del jet que fumigó la zona del siniestro esta semana. Son millones ¿a poco creía usted que era gratis?
Y la comisión, pues esa se queda acá, en algún alto lugar de la administración fosfo-fosfo.
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