Asesinato de Don Eugenio a 50 años apunta a crimen de Estado
Bastante razón tenía Doña Irma Salinas Rocha al referirse al asesinato de Eugenio Garza Sada, al comentar en el censurado y perseguido libro NostroGrupo de su autoría (Editorial Isaro, S.A. San Pedro Garza García, N.L. primera edición, con 50 mil ejemplares e impreso en España, enero de 1978). Dice la sabia mujer: “…es únicamente el tiempo el factor que viene a derramar algo de luz sobre la oscuridad en que se ocultan los sucesos”. (Op.Cit. p.194)
Muerte necesaria para la llegada del Capitalismo salvaje
Y ¡Caramba! a 50 años del asesinato del insigne empresario regiomontano (17 de septiembre de 1973); es fecha que no se conoce más que loas muy diversas de los prominentes oligarcas regios, reflexiones de medios fifís, ayudados por historiadores a modo, sobre la persona de don Eugenio, pero todos han buscado esconder con su ignorancia o a propósito, la razón de ser de tal crimen, que por la naturaleza del mismo, sigue siendo en mucho un misterio para el amplio pueblo y para algunos estudiosos de los procesos históricos, geopolíticos y archivos de la época, tal hecho apunta a un evidente crimen de Estado, para liquidar a un hombre que estorbaba al desarrollo de las nuevas políticas de saqueo Neoliberal que se irían implementando en territorio nacional y contemporáneas a los sucesos de las luchas de los pueblos del Tercer Mundo, basta recordar que días antes del asesinato de don Eugenio, se daba el golpe de Estado en Chile, diseñado y apoyado desde los Estados Unidos y se asesinaba al Presidente Salvador Allende y miles de ciudadanos chilenos.
Lo anterior lo venimos comentando desde hace años y hoy que tenemos en nuestras manos nuevamente el libro de Doña Irma, Nostro Grupo, nos damos cuenta que parte de ese crimen tiene que ver con una fracción del Grupo Monterrey que obviamente, tuvo que escuchar los cantos de sirena del imperialismo Yankee y apoyarse en sus agentes en México, para que se implementaran las políticas económicas Neoliberales y se impidieran que las políticas de un capitalismo social bastante implementadas por don Eugenio en sus empresas (salarios altos, capacitación permanente, clínicas, escuelas, vivienda, sistemas de ahorro, etc, para sus trabajadores) y hasta en algunos casos apoyos a la misma ciudad de Monterrey, fueran abandonadas y se pasara a la rapacidad natural del capitalismo, misma que sería incrementada en los próximos años por venir, a lo que luego se le conocería como capitalismo salvaje.
Desde hace algunos años hemos venido estudiando el caso de don Eugenio y hemos arribado a lo siguiente desde el 23 de septiembre del 2019 y publicado en Monitor Político (monitorpolitico.com). “Ante tal hecho es lamentable que la clase empresarial mexicana y gobiernos pasados, no hayan tomado dicho caso para ser investigado a fondo; sino por el contario, para esta clase social, la muerte de Garza Sada fue la ruptura de la férula que el señor ejercía en el manejo del capital productivo nacional y, principalmente en sus empresas. Basta recordar que H. Kissinger y el presidente R. Nixon, habían empezando un nuevo proceso mundial de crecimiento del Capital que luego conoceríamos como Neoliberalismo y se considera el arranque de tales políticas desde USA, a partir del golpe militar al presidente Salvador Allende en Chile el 11 de septiembre de 1973, seis días antes de la muerte de don Eugenio. Las investigaciones sobre información desclasificada del Gobierno de los Estados Unidos, ponen en evidencia que varios empresarios de Monterrey cooperaron económicamente en el golpe militar chileno, así como más recientemente, de que el presidente Luis Echeverría Álvarez era agente de la CIA. Las investigaciones realizadas sobre la documentación de la Dirección Federal de Seguridad en el libro “Nadie supo nada” del periodista Jorge Fernández Menéndez. Ed. Grijalbo. México 2006, exponen públicamente por primera vez, impresionantes contradicciones en las indagatorias del asesinato de don Eugenio, empezando con que la Liga Comunista 23 de Septiembre no tenía contemplados secuestros, según declaraciones de Gustavo Hirales Morán, alto mando de esa organización guerrillera; así como, días antes de su muerte, don Eugenio andaba comprando los periódicos de la Cadena García Valseca, conjuntamente con el industrial Fernando Aranguren, que también sería ejecutado en Guadalajara por otro comando de la LC23. El libro de Fernández Menéndez, da mucha información para considerar que la LC 23 de Septiembre, fue el arma para eliminar a Garza Sada, más no quien jaló el gatillo, Por eso, doña Irma Salinas Rocha insistió que ese crimen tenía referencia al interior del entonces, Grupo Industrial de Monterrey. Por lo tanto, todo habla de una realidad para ir destruyendo el Capital productivo, el Estado Benefactor y la apertura de un empresariado proclive a las políticas Neoliberales. La muerte de don Eugenio, también implica considerar la de Roberto G. Sada, su sobrino, esposo de doña Irma. Así que ¿De qué se queja el empresariado de ahora? cuando el gobierno de la 4T retoma la bandera del capital productivo que dejara don Eugenio y que el empresariado de entonces, poco les importó, al volverse fervientes Neoliberales, demostrando con ello, el utilizaje de la muerte de don Eugenio y hasta de don Roberto ¡Qué poca! No cabe duda, estas muertes deben de investigarse a fondo: Verdad y Justicia para que haya Reconciliación…¡Órale!”
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