"Supremacía constitucional": Cómo protege tus derechos la Constitución de México

La "supremacía constitucional" en México significa que la Constitución es la ley más importante del país. Para entenderlo mejor, imaginemos que la Constitución es como el "manual de instrucciones" de México, donde se establecen las reglas básicas sobre cómo debemos organizarnos, vivir juntos y resolver nuestros problemas. Todas las leyes y decisiones que se toman en México deben seguir lo que dice este "manual", es decir, deben respetar la Constitución.

Imaginemos que en una familia, los padres crean una serie de reglas para convivir, como “respetarse mutuamente” o “ayudarse en casa.” Todos los miembros de la familia deben seguir estas reglas, y si alguien propone una nueva regla, como “jugar videojuegos solo después de hacer la tarea,” esa nueva regla no debe ir en contra de las reglas básicas que pusieron los padres. En el país ocurre algo similar: la Constitución establece ciertas "reglas madre" que sirven de base para todas las demás leyes.

La Constitución se asegura de proteger derechos básicos, como la libertad de expresión, el derecho a la educación y la igualdad ante la ley. Entonces, si alguien en el gobierno, ya sea el presidente, un gobernador o incluso una autoridad local, intenta hacer algo que va contra esos derechos, esa acción no se permite, porque estaría violando la supremacía constitucional. Es como si en la familia alguien quisiera imponer una regla injusta, como "solo un miembro puede comer postre". Como va contra la base de igualdad y respeto, no se aceptaría.

Para que esta supremacía funcione, existen instituciones, como la Suprema Corte de Justicia, que revisan si las leyes o decisiones de las autoridades respetan o no la Constitución. Pensemos en la Suprema Corte como un árbitro en un partido de fútbol; si alguien comete una falta, el árbitro está ahí para señalarlo y hacer cumplir las reglas. Del mismo modo, la Suprema Corte se encarga de revisar que todos jueguen limpio en relación con la Constitución.

A veces, puede suceder que una nueva ley parezca buena, pero si alguien considera que va contra los derechos o principios de la Constitución, puede llevar el caso a la Suprema Corte. La Corte analizará y decidirá si esa ley realmente contradice el "manual de instrucciones" del país. Si lo hace, la ley no se aplica o se cambia para que sea justa y constitucional.

Otro ejemplo podría ser el siguiente: imagina que en una escuela los estudiantes crean sus propias reglas de convivencia, pero los maestros y directores establecieron al principio ciertas reglas fundamentales para todos. Si una regla creada por los estudiantes contradice las reglas de los maestros, entonces no podrá aplicarse, porque las reglas fundamentales son las que garantizan el orden y los derechos de todos.

En conclusión, la supremacía constitucional en México asegura que cualquier ley o decisión de las autoridades respete la base de derechos y organización que la Constitución establece. Esto protege los derechos de todos los ciudadanos y garantiza que las decisiones importantes se hagan pensando en el bien común y dentro de las normas justas establecidas desde el inicio.