Trump podría enfrentar voto de castigo en EE. UU. por broma racista contra Puerto Rico

Los puertorriqueños en Pensilvania han pedido un “voto de castigo” contra Donald Trump después de que el comediante Tony Hinchcliffe llamara a Puerto Rico una “isla flotante de basura” en un evento de campaña. Este comentario ha generado indignación en la comunidad puertorriqueña, que podría movilizarse a las urnas a favor de los demócratas, algo inusual para una comunidad caracterizada por su abstencionismo.

Voto de censura en Pensilvania

Varios puertorriqueños, incluidos funcionarios electos de Pensilvania, un estado clave, solicitaron esta semana un voto de censura tras los comentarios ofensivos de Hinchcliffe, pronunciados en el Madison Square Garden de Nueva York. La frase “literalmente hay una isla flotante de basura en el océano; creo que se llama Puerto Rico” ha enfurecido a líderes puertorriqueños, quienes han advertido a Trump que perderá su apoyo.

A raíz de la polémica, la campaña de Trump se desmarcó de Hinchcliffe, afirmando que “el chiste no refleja las opiniones del presidente Trump ni de la campaña”, según Danielle Alvarez, asesora principal.

Reacción de líderes puertorriqueños en Filadelfia

En una conferencia de prensa el lunes, Quetcy Lozada, concejal de Filadelfia, y Eddie Morán, alcalde de Reading, manifestaron su rechazo a los comentarios. Contraponiendo la campaña republicana, subrayaron el reciente acercamiento de la vicepresidenta Kamala Harris a la comunidad puertorriqueña, en el que propuso un plan para revitalizar la isla.

Con más de 470 mil puertorriqueños en Pensilvania, esta comunidad puede inclinar la balanza en el estado, clave para definir los 19 votos electorales.

El impacto de las celebridades en el voto puertorriqueño

El comediante Bad Bunny, un ícono puertorriqueño, mostró su apoyo a la candidata demócrata tras el incidente, uniéndose a figuras como Jennifer López, Ricky Martin y René Pérez, "Residente", quienes también han respaldado la campaña demócrata.

El voto latino y puertorriqueño podría inclinarse hacia Kamala Harris

Para Eduardo Gamarra, politólogo de la Universidad Internacional de Florida, el “orgullo puertorriqueño” puede convertir el enojo en votos. Señala que el abstencionismo entre los hispanos alcanza un 54%, y en la comunidad puertorriqueña es incluso mayor, pero la retórica ofensiva podría movilizarlos en estados como Pensilvania.

El experto destaca también el papel de esta comunidad en Florida, donde un bloque de 800 mil puertorriqueños votantes podría inclinar la balanza a favor de la excongresista demócrata Debbie Mucarsel-Powell en la contienda contra el republicano Rick Scott.

Gamarra concluye que la retórica ofensiva y antiinmigrante de la campaña de Trump podría motivar a los puertorriqueños y latinos a votar a favor de los demócratas, favoreciendo su objetivo de retomar la mayoría en el Congreso.